El presente año en materia económica cierra con desaceleración, tendencia que probablemente continuará, ya que las variables económicas para 2016 no son del todo alentadoras. Las proyecciones indican un crecimiento del PIB cercano a 3%, mayor desempleo, inflación por encima de 4% y un dólar volátil con cambio superior a $3.000. El gobierno central continuará en déficit, lo que obligará a una nueva reforma tributaria, con presión fiscal a los empresarios a niveles complicados; el comercio exterior seguirá con balanza negativa; y para controlar la inflación las tasas de interés crecerán, lo que aporrea el necesario despegue de la industria y el agro. A nivel internacional seguirán los ajustes económicos y alza de tasas de interés. Sin embargo, el país cuenta con sectores y circunstancias positivas que dan luces a un mejor futuro.
Se mantiene la credibilidad internacional en Colombia por su relativo buen comportamiento económico, la estabilidad democrática y macroeconómica y su esfuerzo por el acuerdo de paz con las Farc. Se le suman elementos alentadores como el cambio de gobierno en países vecinos, los que pueden retornar a ser verdaderos aliados nuestros; y sobre todo, el cambio en los timoneles locales, con la posesión en enero próximo de gobernadores y alcaldes, con gobernabilidad regional renovada y alta credibilidad.
La construcción como instrumento de política económica y social, seguirá impulsando el crecimiento y el empleo, sector que para 2016 tendrá no solo a la infraestructura de transporte y la edificación como fuentes de desarrollo, sino también a la construcción de infraestructuras turística y educativa, además, con obras civiles regionales financiadas con recursos de las regalías y fuentes locales. Esta política está impactando todos los sectores sociales y geográficos del país.
En vivienda, para los próximos tres años se destinarán por parte del fisco nacional $5,4 billones más, para 40.000 viviendas gratis a hogares vulnerables y en municipios pequeños; subsidios para 80.000 familias con ingresos de hasta dos salarios mínimos mensuales; 180.000 subsidios a la tasa para viviendas en estratos medios e incentivos complementarios. Como bien lo ha señalado el destacado ministro Henao, 2016 ha de ser un año para comprar vivienda. Nuestras ciudades estarán en construcción de una mejor calidad de vida.
La continuidad del plan de infraestructura de transporte, con puertos, navegabilidad del río Magdalena, vías 4G, más de 50 proyectos viales complementarios ubicados en todos los departamentos, no solo jalonan la inversión y el crecimiento de la economía en el corto plazo, sino que mejoran en el mediano y largo plazo la competitividad de las regiones y del país en conjunto. Además, la edificación de 12.000 aulas escolares, genera empleo, siendo la puerta a un mejor futuro de inclusión a los colombianos menos favorecidos. La educación de calidad es el camino para las oportunidades y la mejora social.
Para terminar, el mercado de capitales está entrando a ser otro jugador en el desarrollo del país. Se abren camino los fondos de capital privado y los fondos de inversión inmobiliaria, enfocados en la compra y arrendamiento de inmuebles; equivalen a los existentes Reits americanos o Fibra mexicanos. El ahorro de los colombianos representado en los fondos de pensiones voluntarias, pasa a ser fuente de financiación para proyectos viales, de edificaciones comerciales e incluso residenciales.
Articulo extraido del semanario virtual LaRepublica.co
Autor: Sergio Mutis Caballero
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